Incontrolable

He sentido deseos atravesando mis manos,
y me susurran tu nombre para pervertirme.
y mis suspiros se convierten en tu piel
que me rozan cual caricia sublime.

Hay palabras que se me escapan una a una
por los pasadizos secretos de mi cordura
Que delatan mi loca afición de quererte.
Ese deseo descomunal que se desata al verte.

Y me encuentro en la paradoja de tus besos
Tan prohibidos pero tan perfectos;
empapados de amor, de pasión, de tu sexo
de miradas cómplices, de peligro, de miedo.

Te canto

Entre mis líneas de pensamiento entrecortado
como las de cualquier artista enamorado
Voy canturreando lo que siento por ti
y gritándole al mundo que te amo

Nadie sabe a quién le canto
ni por qué mi risa, ni por qué mi llanto
pero que me den la razón los que me oyen;
Que duele amar, pero duele más amarte tanto.

Travesía

Camino despacio
inventando mi destino,
suponiendo que al verte
me pasará  lo mismo
que me ha pasado siempre.

Y te veo,  y me encanta verte;
pero he notado algo diferente:
Tu piel es más  hermosa
cuando se abraza a la mía
Y tu mirada es preciosa
Cuando me mira.

Y así  sin más,
de pronto estoy sumergida
en tu boca infinita
y tus manos con las mías
persiguen un sueño oculto
en nuestros cuerpos tibios;
ellas nos despojan de la ropa
que tanto nos estorba,
enredaderas del amor;
amor que no se define aún
pero que está  ahí,  latiendo,
lo delatan nuestros cuerpos
que se entienden,  que se miman
que hacen al invierno pasajero.
No hay otra palabra para los dos.

Y una melodía en B bemol
nos marca cada encuentro
y hace que cada momento
Lo recordemos sólo  tú  y yo.