y la regaras por mi cuerpo.
Estaba intacta, cuidada, simple
y eclosionó buscando más luz;
Estalló así como estalla la felicidad
y ahora no puedo alcanzarla
aunque la vea siempre aquí a mi lado.
Nunca me deja tranquila;
ahora vive saltando a cualquier lugar
y no la puedo detener.
Tú tienes la culpa de todo ésto;
desordenaste mi cerebro y mis ideas
la cogiste con tus manos
la regaste por mi cuerpo
y sin más que decir de tu descuido
sólo la desordenaste!
