Abrí la puerta del final del pasillo
que me condujo a una habitación
la abrí porque desde muy lejos
alguna fuerza constante, me llamó
al abrirla miré, desde la puerta, cada detalle
la cama doble, sus sábanas blancas,
la ventana de la izquierda, abierta y gigante
que dejaba meser las cortinas, suavemente con el aire.
sobre la cama, había un cofre;
un cofre que parecía ser de nadie.
y como estaba sola la alcoba
me senté en la cama y comencé a pensarte.
abrí el cofre y encontré una foto
del mismo lugar en el que me encontraba
con la diferencia de que en la cama
dos seres, desnudos, se acariciaban.
las sábanas blancas rozaban sus cuerpos
y el aire cálido se mecía en sentimientos.
al detallar más la foto, vi que estabas dentro
y tus manos,como fuego, se enredaban en mi pelo.
mientras yo te miraba y moría por un beso,
tu parecías sonreir en total silencio.
y en ese instante de confuso recuerdo
iluminó el sol mi cuarto, y me despertó del sueño.